El tamaño del lugar no limita la magia de la decoración; lo importante es saber aprovecharlo.
- Espacios pequeños: evita saturar. Usa mobiliario ligero, espejos para dar amplitud y decoración vertical (guirnaldas, estantes, luces colgantes).
- Espacios grandes: divídelos en zonas (cóctel, cena, relax, baile) para que sean más acogedores. Alfombras, biombos y cortinas ayudan a estructurar.
- Iluminación: ajusta la intensidad según el espacio; cálida para lo íntimo, focalizada para zonas grandes.
Con creatividad y buena distribución, cualquier lugar puede transformarse en el escenario perfecto.
