Un cumpleaños es mucho más que una fecha en el calendario: es la oportunidad perfecta para crear recuerdos que perduren. Y la decoración tiene un papel fundamental en ese objetivo.
- Niños: aquí la clave es la magia. Los colores vivos, los globos, las guirnaldas y los rincones temáticos (como una mesa de dulces con personajes favoritos) son imprescindibles. También funcionan muy bien las zonas de juego supervisadas, con tipis, cojines o pequeñas estaciones creativas para que los peques se diviertan.
- Adolescentes: en esta etapa, lo importante es reflejar su mundo. Una buena opción son las luces LED, las pantallas para juegos o proyecciones, y los photocalls modernos para hacer fotos con amigos. Los tonos neón, metalizados o inspirados en redes sociales marcan tendencia.
- Adultos: aquí la decoración busca más elegancia y personalización. Puedes apostar por velas, vajillas especiales, centros de mesa con flores frescas y detalles que representen los gustos del homenajeado: un rincón de vinos, música en vivo o incluso una temática de viaje.
Cada edad tiene su magia, pero todas comparten un mismo objetivo: que el homenajeado se sienta especial y que los invitados vivan una experiencia única.
